¿Qué hacer cuando mi perro se pone celoso?
Es común, que a los educadores caninos nos pregunten cómo actuar ante un perro cuando se pone celoso. Nos suelen describir situaciones como las siguientes:
- Me acerco a mi mujer el perro me gruñe.
- Vienen los amigos de mi hijo pequeño a casa el perro se pone agresivo con ellos y me preocupa que pueda suceder un accidente.
- Estoy en el sofá el perro gruñe a mi pareja si se acerca.
- Mi perro está celoso del cachorro nuevo.
- El perro está celoso desde que tenemos el bebé.
Si te identificas en una de estas situaciones o en una muy similar, esta entrada va a ser de tu interés.
En primer lugar, debemos saber que hasta la fecha de esta publicación, que tengamos conocimiento en la actualidad hay dos estudios realizados que demuestran que los animales tienen emociones, realizados respectivamente por los neurocientíficos Gregory Burns y Philip Low. Pero no hay pruebas científicas de la presencia de sentimientos en animales, que vendrían a ser el resultado de emociones más elaboradas de pensamientos racionales.
Definimos los celos como una respuesta emocional que surge cuando una persona percibe una amenaza hacia algo que considera propio. Podemos considerar que sucede algo similar cuando un perro tiene un comportamiento parecido (miembros que pertenecen al grupo social, personas o animales). Quizás no desde un sentimiento de posesión o de amor como el que conocemos los humanos pero si algo similar.

Cuestión de espacio personal
Para un perro la distancia personal es muy importante, para ellos es parte de sus protocolos de comunicación y de evitación de conflicto. Los perros adultos suelen supervisar a los perros más jóvenes y controlar que la interacción entre ellos es la adecuada, intentando separarlos si se precisa.
Los perros al considerarnos dentro de su entorno social en ocasiones intentan hacer lo mismo con nosotros, cuando nos acercamos mucho entre nosotros o se acercan personas o perros que no pertenecen al grupo social. En esa situación, el perro intenta protegernos, separarnos y alejar al intruso. El perro intentará separarnos, gruñirá con el que menos vínculo social tenga y podría a pasar a marcar o una situación mucho más tensa si considera que se puede tratar de una amenaza grave para uno de los componentes del grupo familiar.
Según la definición básica de celos, podríamos considerar que se da la situación cuando hay un vínculo de pertenencia a un grupo y el perro percibe que se puede tratar de una amenaza a uno de sus miembros, para proteger la integridad de su grupo. Pero no desde un pensamiento como el de «me hacen menos caso o no me quieren», que sería un pensamiento más racional.
Ante estas situaciones, se suele actuar de varias formas. Una de ellas, es que la persona a la que el animal está intentando proteger, grite, se ponga tensa, situación que refuerza al perro a interpretar que se trata de una situación de peligro ante ese otro animal o persona. Otra opción es que la persona o animal al que intenta alejar, se ponga tensa o grite para detener al perro, lo que el perro interpreta como una amenaza directa.
¿Cuál es la solución?
La solución pasa por hacer entender al perro que esos otros animales o personas (con los que no tiene un vínculo de confianza) no son una amenaza. Interactuando con calma y normalizando la situación. Evitando situaciones tensas que pueden generar autenticas situaciones de peligro. Si hemos perdido el control de la situación es recomendable llevar el caso a un profesional para que valore la solución o la derive a un especialista.
Está genial.